Tiempo de cambio

Todo iba tranquilo, el dia normal y muy corriente por asi decirlo, una señora pasa con su hija para ir a comprar globos a su fiesta, un niño perdido llora por que no puede encontrar a su mama, un par de adolescentes van juntos a vuscar algun lugar donde esten solos.... se ocultan de todos, el tiempo parece detenerse ante ellos. ella acaricia su pelo ondulado y rubio, el la toca suavemente en el abdomen y va suviendo, se ocultan detras de la escalera, todo parece indicar que....

Se escucha un ruido, un forcejeo y un grito; la pareja, ambos gritan pero uno sale airoso, manchado de sangre se aleja meintras todos miran desconcertados que dentro debajo de las escaleras yacia el cuerpo de la joven muerta junto con pedazos de carne y otras cosas algo nauseabundas.

El chico entra al baño, lugar donde nadie sabia lo ocurrido le limpia bien, no habia nadie... espera y ntra un hombre con una chaqueta blanca y un polo negro lo puñetea y a la fuerza lo lleba detras de la puerta, la cierra con seguro y se cambia de ropa, lo esconde en un inodoro, dejandolo inconciente en el. Sale de lo mas traquiloponiendo sus manos en el bolsillo y sacando unos lentes negros de su nueva chaqueta, su celular suena, lo saca y contesta:

- alo?.... mama? - dijo con voz juvenil - si pensaba ir a visitarte pero tengo cosas que hace.... que?... no, no estare mañana, voy a salir, no llegare sino hasta la proxima semana.... si. si. Adios - dijo cortante.

- que molestosas son las mujeres en este siglo - exclame al colgar el telefono - siempre quieren saber todo de sus hijos. Estupideces - y enojado trate de recordar lo que tenia que hacer mientras volvia a la escena anterior; nadie me reconocio gracias a que me habai cambiado de ropa, me habia acomodado el pelo y puesto mis lentes negros nadie puedo reconocer.
- lastima, pero necesitaba un cuerpo, no dos- susurre

Solté una risa estridente, mirándole desde un lado de la escalera, hice un gesto con la mano, saludándole con una tranquilidad extraña para alguien que sabía que sucedía. Baje rápidamente los peldaños, lo salude con un beso en la mejilla y mire a mí alrededor cautelosamente. Apoye mis manos en sus hombros y lo empuje hacia atrás, entrando al baño de hombres nuevamente. Cerré la puerta con seguro y comencé a rondar el lugar, examinando todo curiosamente. Fascinante... Lo observe en el reflejo del espejo.

-¿No me dirás nada?

Voltie la cabeza mojada, y pude observar aquella chica, la del gurpo rebelde. Varias gotas caian de mi nuevo cabello, mis ojos eran normales denuevo aunque no se podrian apresiar por los lentes de sol; me encantaba cambiar de cuerpo, era necesario y dibertido.

- Suponogo que si... Ahora me llamo Matt - sonrie, mis colmillos seguian notandose, pero mas blancos y limpios pero mi lengua seguia igual, apesar de que no se mostraba.
- Pero igual me puedes seguir llamando Gula... - hice una mueca imitadora de sonrisa y dirigui mi mirada al espejo, observe mis facciones y busque algo que me desagrade.... no encontre anda fuera de lo normal.

- ¿que te trae por aqui? -

Iba por el centro comercial cargando uans cuantas bolsas con comida. Si quería jugarle una broma al padrino, debia ser con comida deliciosa y estaba dispuesta a gastar mitad de la fortuna en ello. Ruedo mis ojosm ietnras caminaba entre la gente, cada una con energías minusculas. Estaba acostumbrada a ver aquellas energía y veia con una sonrisa en los labios como aquellas caminaban vigorosamente por mi costado.
-los humanos son divertidos- comente bajito para mi misma, en el momento que un chico por mirarme se choca contra un poste. Solte una risa sin querer, pero aquello simplemente inflamo mas mi aurea haciendo que las celulas de mi cuerpo se enbellecieran a tal punto.

- No ahora - dije parando de reirme y viendo aliviada como dejaba de transfigurarme mientras uno que otro me miraba incredulamente. Suspire cuando me detuve en un trampo del pasillo. Ahi, sin duda habian dos energías..y media. No eran comunes. Me aprete los labios, no era de mi incumbencia..pero ahi estaba, dos mutantes, la energia los delataba

-Quizás nada, quizás mucho.

Me acerque tranquila y despreocupada, me habían pasado información y era de buena fuente. Tenía un proposito y no dudaba resultaría bien. Deslice mi mano sobre mi cadera, evitando tocar las zonas en que él me había lastimado. Volví a aproximarme esta vez tomándole del mentón y examinando sus caninos. Aquellos que por instinto siempre deseaban devorarme. Hice una mueca extraña, no podía considerarse una sonrisa por que la mayoría que poseía eran solo fingidas. Entonces como si nada murmuré.

-Me debes una.

Sonrei.

- Supongo que te la debere.... deje un cadaver cerca de aqui, supongo que me habran reconocido algunas personas por que sali como si nada, ademas tengo a un chico agredido - abro la puerta que da a uno d elos retretes y dejo ver por el espejo a un muchachodesnudo e inconciente, la cierro:- supongo que se quejara, que mas da - levante los hombros.

De la nada senti una presencia algo alagadora, parecia venir de ella, ademas senti un olor extraño, era conocido. Movi mi nariz y empece a buscar aquel olor, cuando recorde... podria ser ella:- Oye, creo que hay un muntante cerca y este es uno muy bueno - sonrei. Me acomode la ropa nuevamente.

- Es una chica, al parecer solo es alagadora pero no se cual es su poder realemente - sonrei denuevo, empece a masticar un cigarro que habia encontrado en su chaqueta:- pero nose.... parece que trabaja en ese instituto que es para mutantes.... - gire los ojos como si no importara.

Definitivamente aquello no era mi asunto, mire la puerta de baño a lo lejos y emprendi mi marcha nuevamente.
-Tontas energías - me reñí mentalmente cuando otra vez note otra energía atrás. Volteo disimuladamente la cabeza y trato de dstinguir..ninguno, todas eran energias amontonadas.
Suspire resignada, mientras me dirigi a un banco y me sente en aquel pesadamente dejando a un lado mis compras, y dedicarme a mirar casi abstraidamente cada una de las energías.

-Sí, es su sensación. La tentación.

Respondí tranquila. Mi informe era correcto, como era de esperarse. El pago había valido la pena. Mi ser estaba extrañamente excitado, había dos poderosos mutantes en el edificio con influencia sobre los sentimientos pero sabía que aunque no estuvieran ahí, yo me comportaría de la misma forma por la sola razón de ver a ese chico derrumbado en el baño, todo sangrante y al borde de la muerte. El sufrimiento ajeno era algo que me extasiaba.

-Rubia de rasgos perfectos, dulce y atrayente. La ahijada de Sven. Mi pobre primer víctima.

Le comente, como si nada, abriendo el baño y saliendo del lugar. Esperando que él me siguiera. Camine hasta donde ella se sentaba, aunque desde el segundo en que la había visto la joven no podía moverse gracias a mis hilos. Me senté junto a ella, saludándola con un beso en la mejilla.

-¿Vamos, Blessed? El cuartel nos espera…

Le informe en un susurro lleno de malicia acariciando su mejilla aunque luego me limpiara la mano llena de asco. Hice que la joven se levantara y comenzara a caminar a mi lado. Que sencillo.

Me acerco rapidamente asi ambas y guardando compostura ando con ellas:
-dime, para que la necesitamos? - pregunte con desdeño, no entendia realmente lo que queria hacer.

Salgo rapidamente y camino lento cerca de ambas
- para que la necesitamos? - pregunte, ambas parecian estar molestas y algo espasmadas con el encuentro

-Cuando atacas a un enemigo le das donde más le duele. Su corazón.

Le explique, caminando calmadamente entre la muchedumbre, saliendo del centro comercial y esperando que Astaroth se ocupara de su parte. Su aura tan similar a la de Blessed los mantendría ocupados un buen tiempo, era una buena distracción. Nadie jamás imaginaria algo así. En solo un poco de tiempo llegaríamos a nuestra base y allí era imposible que llegaran a ella sin pasar sobre nosotros. En poco tiempo la guerra comenzaría. En poco tiempo contemplaría como mi venganza se llevaba a cabo.

simpelemente me movía. Pero contra mi voluntad. Caramba me sentia como Daphne de Scoby-do..que alagador. Note el beso he hice una mueca mientras ocmenzaba a caminar
-Te conozco, cariño? - dije mientras miraba una salida con el cuerpo sin control

-Calladita te ves más bonita.

Le sonreí hipócritamente, sin permitirle decir una sola palabra más, metiéndola dentro del auto que aparco enfrente de nosotros y cerrando la puerta tras entrar yo. Baje el pestillo del seguro aunque de mi agarre no podría liberarse y partimos sin más. Los vidrios eran oscuros y nadie podría reconocerla. No me interesaban las cámaras de seguridad, ella no se veía forzada realmente y si nos encontraban cumpliría mi objetivo de todas formas.